Mujer Brasilera que condujo dos grandes empresas Aerolíneas Argentina y GM Mercosur. En este libro te cuenta a través de sus experiencias, como es ser un buen líder, logrando incentivar y motivar al personal.
Isela remarca que ser consciente de lo que a uno le pasa: que nos agrada hacer y que no, saber que necesitamos mejorar, básicamente conocernos a nosotros mismos nos permitirá lograr una mejor interacción y empatía con los colaboradores que a fin de cuentas son personas como nosotros.
Algunos consejos de Isela.
1.Tener un Feeback constante con tu superior o con tus compañeros te permite ser consciente en que tendrías que mejorar ya que puede ser que vos no estés viendo algo que los otros sí. En este punto quisiera hacer una distinción un feedback continuo no significa preguntar cada semana como me desempaño, si estoy haciendo bien mis tareas para eso normalmente las empresas suelen tener un periodo en el cual los superiores ven si cumplimos o no los objetivos y que es lo que tenemos que mejorar. Yo lo tomaría como un tip para cuando algo no nos salga, estemos trabados o que este mal hecha nuestra tarea logremos comprender con la mirada de otro que es lo que hicimos mal y deberíamos mejorar; es importante que no lo tomemos como algo negativo o agresivo de la persona que nos da el feedback sino como algo constructivo (obviamente acá entra la manera en que uno dice las cosas pero de eso más adelante en otro post).
La clave es poder diferenciar cuando una situación realmente es estrés puro y cuando es simplemente complicada.
2. Isela desde que es líder hace listas con los pendientes al final de la jornada y luego priorizar las tareas que realizaras el día siguiente.
3. Ser realista de nuestras capacidades y limitaciones para luego poder superarnos. Lo que nos convertirá en mejores profesionales, todos los días tenemos retos que debemos superar.
4. Nuestra imagen dentro de la empresa es importante. Todas las acciones que tomamos van afirmando o confirmando una imagen de nosotros mismos. Esa imagen puede reflejar como deseamos mostrarnos, pero nunca debe estar alejada de la realidad. Forzarnos a ser alguien que no somos es un riesgo altísimo.
El primer desafío de la mujer líder es, entonces, creer en si misma: entender las propias potencialidades y ver como sus calificaciones femeninas pueden ayudarla.
Recomiendo este libro como una lectura ligera, no es difícil de seguir y es interesante comprender y conocer como una mujer se pudo desarrollar en los altos mandos dejando huyas de apreciación a su paso.
Hasta la próxima,
Julieta.
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